lunes, 20 de enero de 2014

¿El tamaño importa?

Por Antonio Bret, hetero de cintura para abajo



Que sí, que ya sabemos todos que vivimos en una sociedad machista. Que si a las mujeres se las cosifica, se mercadea con su cuerpo en películas, series, publicidad, etc etc etc. Pero oye, con esto del tamaño pasa una cosa muy curiosa. Pregúntenselo a quien sea. Eso. Sí. Lo de que si el tamaño importa. Vayan ustedes, no sé, a algún amigo, amiga, pariente cercano. No tanto para que sea su madre o su padre, no vaya a ser que, con razón, les crucen la cara ante tamaña pregunta. Os puedo asegurar al 100% que en lo primero que piensan es en la polla. Ya sea hombre o mujer, hetero o gay. Gay hombre, que a una bollera le preguntas 'el tamaño importa' y te puede poner una cara de asco pensando en penes que ni la que pondría un musulman en el McDonald's. Y me parece mal, como hetero practicante que soy. Inciso: digo lo de practicante porque, en la teoría, soy muy maricón, pero eso daría para otro artículo. 

En fin, que a mí, cuando me preguntan si el tamaño importa, no pienso en pollas, qué queréis que os diga. Pienso en TETAS. En culos también, pero después. En coños ya no tanto: no me importa su tamaño, a no ser que la muchacha en cuestión tenga dos orejas de judío por vulva. Pues eso. Y el tamaño importa, claro que importa. No creo que haya nada más sexualmente atractivo para un heterosexual que dos tetas grandes y gordas. Que el escote esté dividido por dos redondeces carnosas, pungando por salir de la carcel de tela que las aprisiona. Igualito que esas pobres mujeres que se ponen escote y vislumbramos, impudorosos, un esternón frío y aséptico que haría las delicias masturbatorias de un Cronenberg de los buenos tiempos. Un par de tetas que se rebosen en las manos, que no se abarquen, que se puedan usar como arma. Que cuando te abracen te den más calor que ese cuñado al que temes todas las navidades. Y los culos, bueno. Los negros lo saben. Nunca verás a un negro con una flaca. Los culos tienen que ser prominentes, no hay nada que dé más pena que el culo escuchimizado de una tía delgada: cuando los veo me pregunto cómo coño harán los pantalones para no perder la forma natural a la que estaban predestinados.

Tras esta perorata, me pongo al descubierto. Me gustan las tías rellenitas. Pero ojo, a lo que hoy se conoce como rellenita, que, en el más optimista de los casos, se hace referencia a una 40. Me gusta la salud y la jovialidad, lo exuberante y la desmesura. Será, seguramente, que me quedé petrificado al ver a la estanquera de Fellini en Amarcord, o a esas acróbatas del sexo setentero que de pequeñas tenían poco. En el porno, por tanto, busco antes el término 'chubby' que el 'top model'. 

Por eso, claro, un rotundo sí a la dichosa pregunta. El tamaño importa. Claro que sí. Y bueno, para satisfacer la curiosidad de las heteros (sí, venga, las bollos también, por aquello de los dildos) que me están leyendo: Sí, el tamaño de la polla importa, claro que sí. E intuyo que prefieren pasar un poco de dolor con un buen tronco que preguntarse si aquello ha acabado por entrar o por deslizarse, nuevamente, por el interior de la bragueta del tío. Así que, si tenéis un tamaño medio, incluso estándar tirando para abajo, moveos con gracia, que se note menos que andáis escasos. Y en el gimnasio no os acomplejéis: daos un toquecito antes de salir de la ducha, y a lucir polla.

5 comentarios:

  1. Cómo lo petas, Antonio. A ver si consigo estar a tu altura en el segundo artículo, que en el primero ya te digo yo que no xD

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  2. a ver, estaremos atentas! :P

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  3. En el debate can-nes sí o can-nes no, me posiciono claramente en el can-nes en su sitio, sin importar si son muchas o pocas. Y creo que es el sentir general del colectivo 'falocolgante'.

    En cuanto al busto... [*Se sienta en un butacón frente a la chimenea mientras se sirve una copa*]... a mi el tamaño no me importa, en verdad lo que me atrae es el conjunto.[*resoplidos en el patio de butacas y algún "übercuñao" mascullado*]

    He visto flacas vestidas con gusto (que no de pijas) marcando los pezones de sus teturrias y piensas aWargfarFaRWar. (léase así: http://youtu.be/ZEuabBGvdNc)
    También he visto mujeres muy guapas con ubres de res suiza, para más inri bajitas, y sin más remedio acude a tu mente el arquetipo de postmenopáusica pechugona con baby, zapatillas de paño y calcetín de deporte. Será cosa mía. ¡Eh! Que cuando te asomas al balcón de sus delicias no te queda más remedio que gritarles BreBLebLeBlé pero el pack completo no seduce. Por no hablar de que la gravedad es una zorra cruel.
    Categoría aparte para los "limones del caribe" y los "pechotes". Los primeros, de calibre pequeño, sorprenden por lucir mucho más de lo que pudiera pensarse, debido a una exhuberante turgencia. Los segundos, de buen tallaje, se agazapan, para observar sin ser vistos, bajo un jersey o camisa pero son súbitamente revelados por un bamboleo brusco ¡Virgen del amor satánico, una ciento y...! ¿¡Desde cuándo estabais ahí!?

    Una cosa tengo clara y afirmo con rotundidad: Aún no he visto unas tetas operadas que me motiven. La seguridad es un plus para el escote.

    En definitiva me parece el mismo debate que con rubias, morenas o pelirrojas. Como parafilia pase pero ¿En serio el color de cabello te hace decantarte por una pareja o rollete?

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  4. personalmente, nada de lo físico me ha impedido mantener contacto carnal con mujer cualquiera, salvo que fuese ya una cosa exagerada de fea.

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