martes, 21 de enero de 2014

¿El tamaño importa?

Por Perradesatan, hetera y entera


Dice el viejo dicho "caballo grande, ande o no ande"; y todos sabemos que la sabiduría popular y antigua nunca jamás ha mentido, así que la pregunta queda respondida. Pero, ¿en qué situaciones importa el tamaño?


Yo diría que en todas, para bien o para mal, porque en el momento que algo existe físicamente, su tamaño empieza a ser relevante. Otra cosa son las preferencias de cada uno. Yo he vivido muchas experiencias en las que el tamaño ha importado, y mucho, así que os contaré una.

En el año 2006 "mi padre me obligó" a sacarme el carnet de conducir, y me costó muchísimo porque a mí estudiar una cosa que no me gusta se me da fatal, pero al final lo conseguí y a modo de premio o de "jode este y así no jodes el mío" mi padre me compró un coche. Pequeñito. Y aunque una siempre tiene que perderle el miedo a la primera vez y a empezar a moverse por la ciudad en coche sola, la verdad es que el hecho de que el coche fuera pequeño me ponía las cosas muy fáciles: desde tomar curvas hasta aparcar, en prácticamente cada situación, el tamaño de mi coche era crucial. En el año 2012 me fui a vivir a Estados Unidos a trabajar como aupair. En este país es imprescindible conducir, puesto que, excepto en Nueva York, las distancias son enormes ya que es un país al que no le preocupa el espacio. Al llegar a mi destino me esperaba un enorme Toyota de siete plazas que sería mi nuevo compañero de aventuras durante un año. Acostumbrada a mi pequeñín, los primeros días fueron duros y me costó bastante hacerme al coche, pero chica, pasado el año, iba yo más a gusto en mi Toyota de lo que jamás lo estuve en el Seat Ibiza, y habiendo probado el Toyota (automático, además, pero ese es otro tema), ya no quiero un coche pequeño en mi vida.


El tamaño importa y a mí me gustan las cosas grandes. Y, mira, ya que estamos, las pollas también. Aunque solo sea estéticamente, una polla hermosota y proporcionada luce mucho mejor que un diminuto cacahuete. ¿Que las mujeres estamos condenadas a sonreír a nuestras parejas sexuales y hacer como que no nos importa lo que tienen entre las piernas? Pues sí, por lo que sea (machismo??) se ha establecido que el tamaño importa para todo menos para el tamaño de los penes, para que no se preocupen los probrecicos, porque, al fin y al cabo, esto es naturaleza pura y dura, y lo que Dios te da no se puede cambiar.

Y mujeres como yo, que nos pasamos toda la vida preocupadas por el tamaño de nuestros culos, tenemos que convenceros de que realmente nos da igual lo que tengáis entre las piernas. Y de tanto haber escuchado que no hay que juzgar a un hombre por el tamaño de su miembro viril al final nos lo hemos creído, yo la primera, y, aunque he tenido mis momentos, ya me he dado cuenta de que puedes querer un coche porque sea más grande o más pequeño, pero el tamaño nunca debería ser algo crucial para elegir o no a una persona. 

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