miércoles, 19 de febrero de 2014

Citas por Internet

Por Flanny, el maricón



Como maricón de más de 30 años, he de darle las gracias a Internet por facilitarme el conocer a muchas personas interesantes. Las páginas de perfiles varias (inauguradas por los gays, aunque básicamente eran para follar) a mí me han permitido conocer personas maravillosas que, tanto como amigos como pareja, han entrado en mi vida y no me gustaría que salieran nunca.

Dicho esto, también tengo que comentar que Internet es un putiferio: Twittet, Blogger, Facebook, HASTA LINKEDIN son páginas que se han convertido, aunque no estaban pensadas para ello, en Fuentes de zorreo máximo y desaforado. 

Yo soy el primero que peca con mis miércoles de #fotopene por Line, DM, Whatsapp o, si me apuras, por paloma mensajera. Y no sólo es que sea yo, es que me mandan

Recibo penes los miércoles (y los jueves, y los sábados, y muchos días, la verdad, más de los que me gustaría reconocer) y, con algunos, ha habido más que el típico “jajajajajaja… Gracias, a la colección”. Twitter entre los maricas es conocido como Twindr (Twitter+Grindr). Es fácil, es cómodo, es impersonal. Y a los gays nos gusta eso de follar y no saber ni el nombre. Somos así de zorrones. Y aunque algunos han resultado ser un bluff que sólo querían poner una muesca más en su “tuitstar fuck list” –que ni que yo fuera un tuitstar ni nada de eso–, es como en todas partes. Zorras hay en las discotecas. Calientapollas/bragas, también. ¿Por qué no van a estar en los perfiles?  

Tened en cuenta que soy del grupo que vivió su adolescencia y veinteañez con Grindr, Growlr, Gaydar, Gayromeo, Bearwww, Manhunt, Bakala y Scruff. Y muchos más que me he ido borrando porque no me suponían un lugar de zorreo.  Sólo querían “hablar”. Y mi tiempo vale mucho. Que se busquen amigos, coño.


Y es que cabe destacar que todas estas aplicaciones sirven, en su mayoría, para follar. Lo de “tomar una cerveza o algo antes” es lo más parecido que vas a tener a una cita.

Cuando antes de haberos dado dos besos ya sabéis el tamaño de la polla y la apertura del agujero (sí, ese), la verdad es que la magia está perdida. Y las neuronas tampoco están para hablar de Joyce o de política. 


Pero no importa. Si estás ahí, en el 95% de las veces, por más que digas que no, lo que quieres es echar un polvo. O dos. Y nada de quedarse a desayunar. Las hormonas han tomado tu cuerpo y lo que quieres es follar como un descosido.


Sin embargo, incluso en esos sites hay lugar para el romance. Yo lo he vivido. Y más de una vez. De hecho, estoy en medio de uno del que no hablaré porque no me parece justo hasta que no lo tenga resuelto, pero que empezó con un café a través de una página de estas de “maricas con Smartphone” (en concreto, Growlr, la del osito mono de mascota y los osos guarros de contenido) y que, tres meses después, es un algo que no se puede definir pero con una persona con la que me gustaría poder compartir más vida. 


Lo que quiero decir con esto es que no podría haberlo conocido si no hubiera sido por estas redes. Él no es muy de redes y quiero mantener su privacidad, pero ha sido, acabe como acabe, una historia muy bonita que no hubiera podido darse sin las nuevas tecnologías.

Así que mi consejo esta semana, mi #FlannyConsejo es que os animéis: heterosexuales, heterosexualas, gays, lesbianas, pansexuales, tímidos, echaospalante,… Seáis como seáis –veo difícil si sois zoofílicos o necrófilos que encontréis vuestro target, pero todo es ponerse–: abrid una cuenta, poned una foto, leed, descartad. No contestéis si creéis que es lo más elegante o decid “mira gracias, pero no, gracias” si creéis que así sois más educados.

Pero no consideréis las páginas de contactos como algo sórdido y asqueroso. Lo es, a veces. Lo son, vaya. Pero no siempre. Y, ¿quién sabe? Igual podéis acabar conociendo al amor de vuestra vida. O al polvo del año, que tampoco viene mal quitarse las telarañas de los bajos de vez en cuando.

Y si no, pues coño, sois tuiteros: zorread por DM, que para eso están.


2 comentarios:

  1. Como en todo, el uso, muy libre por otro lado, que se da a una herramienta (sea cual sea esta, guiño, guiño) no la define. Conozco a más de una lesbiana que, al no vivir en una gran ciudad con bares de ambiente, de no tener estas páginas ni sabrían que pueden conocer al amor de su vida sin necesidad de emigrar a chueca.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estoy de acuerdo, anónimo. Es un uso muy libre. No es el que le doy yo, pero es con lo que me he encontrado.

      Lo que sí que es cierto es que yo sólo hablo de gays. Las lesbianas son unos seres que adoro y esas cosas, pero desconozco su hábitat y sus formas de conocer gente. Aunque supongo que no será muy diferente :)

      Eliminar