lunes, 3 de febrero de 2014

Homosexualidad reversible

Por Flanny, el maricón


Amaos los unos a los otros como yo os he amado”.  (O sea, no debería ser tan difícil, creo yo). 

Estas palabras no las he dicho yo. Estas palabras las dijo, teóricamente, Jesucristo. Jesús, para los amigos. El que, en definitiva, separa el judaísmo del cristianismo (diría yo que el catolicismo, pero no quiero meterme en fregaos).

Yo la verdad es que no lo entiendo. Quiero decir, no lo comprendo en su más pura fase cognitiva. Jesús, a todas luces, no era un señor que se sentaba en un sillón recubierto de oro y decía lo que la gente tenía que hacer y no tenía que hacer. O peor, DEBÍA hacer o no.

No os equivoquéis, Jesús era un zelote. Si me lo tengo que imaginar, me lo imaginaría diciendo a todos los judíos: “pero ¿qué cojones hacéis con lo que dice mi padre -partiendo de la base de la deidad de Jesucristo la cual, como cualquier persona que haya leído 'El código Da Vinci`, sabrá que fue decidida por mayoría tras un concilio de la Iglesia Católica- os ha intentado explicar una y mil veces? No, no, no. Imbéciles. Que la cosa va de quererse. No de ganar pasta y poder con el miedo”. 

Os lo juro. Me lo imagino así. Por eso creo que no pasó todo esto como nos lo cuentan. Porque de verdad creo que si fuera así, Jesús se cogía el primer AVE directo del cielo a la Tierra a darle collejas a todos los que van por la vida de católicos hasta que pusieran la otra nuca . 

"Jesús pasaba el rato con doce hombres y una prostituta. Él fue más como yo que como tú"


La Iglesia. La Iglesia y la iglesia no son lo mismo. 

La Iglesia, así, escrito con mayúsculas, es una organización tan perniciosa como cualquier país totalitario. La iglesia, sin la I con remaches (los que sepáis de edición me comprenderéis mejor que los que no) es la que hace cosas por los demás. 

Jesús fue (de ser) un jodido revolucionario. Fue un señor que dijo que lo que se creía que era ley no lo era. Joder, ¡fue un tío que creó una segunda parte de la Biblia y que ha separado a judíos y católicos para siempre!

¿Qué quiero decir con esto? Pues la verdad, no lo sé. Yo mismo me he criado en un ambiente religioso desde que tenía 3 años. De hecho, aprendí el Padrenuestro (así lo decíamos, de una, sin entender que eran dos palabras) como el Padrenuestro. Era un ley. De memoria. Sin entender. Me pilló el cambio y no entendí por qué había que cambiar una oración que habíamos aprendido de memoria. Como no entendí cuando, al empezar a gustarme las personas del mismo sexo, automáticamente tenía que asumir que estaba queriendo mal. “Querer mal”. Como si no hubiera bastante con querer a personas tóxicas... 

Es difícil para mí hablar de la Iglesia (y de la iglesia, la verdad, que tampoco coincido tanto con ellos). Pero quizá me sea igual de difícil como fácil parece para los curas hablar del matrimonio, del sexo antes del matrimonio, de las uniones homosexuales y de la madre que los parió. 

Teniendo en cuanta (que parece que no lo tengan, la verdad) que el celibato es una DECISIÓN de la Iglesia (con mayúsculas) de hace cientos de años, no algo que “dijo” Jesús, partimos de una base mala. No olvidemos que Jesús fue a visitar a la suegra de Pedro (el primer Papa, mister “sobre tu piedra construiré mi Iglesia” y blablablá). 

Por tanto, si el Papa tenía mujer -porque para tener suegra, mujer has de tener, eso no es muy discutible-,... ¿Por qué no se rebelan los curas contra el tema del celibato y nos dejan a los demás follar con quien nos salga de ahí?

En serio, es que es algo que no comprendo. Ni creo que pueda comprender.

Yo me rijo por la ley del “vive y deja vivir”. Tan sencillo como eso. Que, además, coincide y concuerda muy bien con la de Jesús, con la que hemos empezado este texto. Sí, hombre (o mujer, o transgénero o Nooka, si me escuchas, deja ahora mismo el Macbook, que me lo llenas todo de babas). La de “amaos los unos a los otros como yo os he amado”. 

De verdad, me he criado en un ambiente católico y, hasta que me di cuenta de que la Iglesia no aceptaba lo que para mí era natural, desde que la Iglesia empezó a meterse en algo que yo consideraba sano e inocente, no empecé a cuestionar si no iba a ser que era la Iglesia la que estaba equivocada. 

Y lo creo. El celibato es un invento. La actitud retrógrada es un invento. Las normas y doctrinas son un invento. 

Me encantaría poder gritar esto en una misa, la verdad. Pero como no puedo, os lo comento: Jesús, aquél con el que tanto se llenan la boca (figuradamente) aquellos que, muchas veces, también se llenan la boca (literalmente) de aquello que están criticando; aquél hombre, poniéndonos en la perspectiva de creer en su existencia, sacaría las metralletas (no los látigos como hizo en el templo,  porque tendría acceso a armas de fuego) y les diría a quienes gobiernan en “su nombre y el de su padre, que al mismo tiempo es una paloma, pero que es él mismo, uno y trino y hostia mira, paro que me mareo” que no sólo no han entendido lo que él decía si no que, además, han intentado aprovecharse y hacer negocio con su ideología.  
Jesús era un puto revolucionario. Era un zelote. Era un activista. Jesús quería cambiar el mundo. Quería mejorarlo. Darle a todos la libertad que las Escrituras del Antiguo Testamento habían confundido a los judíos. 

Jesús anuló el Antiguo Testamento y comenzó con el Nuevo Testamento. Y en ese texto, tras la exclusión de los evangelios apócrifos y todo aquello que a la Iglesia no le interesa, sólo me viene una frase a la mente: “amaos los unos a los otros como yo os he amado”

Coño, que yo no me meto con ellos ni con su vida -mientras no incumplan ninguna ley del Estado (aconfesional en el que vivimos, que no me he querido meter en ello, porque no acabo)-. ¿Por qué se tienen que meter con mi vida si no incumplo ninguna ley (del Estado aconfesional en el que vivimos, que no me he querido meter en ello porque no acabo)?

A todos, católicos, cristianos, agnósticos, ateos... Amaos los unos a los otros. Y por una vez no me refiero a que os pongáis a follar como si se fuera a acabar el mundo. Dejaos de odios y de “tú haces las cosas diferentes a mí y por eso lo haces mal”. 

Amaos los unos a los otros. ¿O tengo que empezar con el “amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo”?

5 comentarios:

  1. Increible lo que escribes, no habia visto nunca tan buena expresion y a la vez tan buen mensaje!

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    1. Es que se olvidan, la verdad. Se olvidan de que una vez ellos fueron los perseguidos, criticados, menospreciados y humillados. Y es triste. Pero bueno, el poder es así.

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  2. ¡¡Qué tío eres!! De verdad, que manera tan... tan... ay, me faltan las palabras. Que no puedo estar más de acuerdo con TODO lo que acabas de escribir. Que es lo que yo diría si tuviese esa facilidad que tú tienes para ponerlo en un texto.
    Yo soy católica, y voy a misa, y hay muchas cosas con las que no estoy de acuerdo, pero del catolicismo me quedo con mi párroco, alguna otra gente, muchos de los que están en las misiones ( a los que, estoy segura, les resbalan todas las tonterías que dicen por aquí los prebostes de la Iglesia, porque en Angola, por ejemplo, lo que les preocupa es SOBREVIVIR y no con quién se acuesta cada cual),ahora el Papa (o eso parece), y la maravillosa idea de JESUCRISTO tal como tú la has plasmado.
    De verdad. ENHORABUENA.

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    1. Muchas gracias, Meibibeibi.

      Sinceramente, yo lo veo un discurso lógico y, la verdad, no comprendo cómo gente mucho más inteligente que yo no habla así en discursos más públicos. No me considero especialmente listo y he llegado a esta conclusión.

      Eh, con su demagogia y todo. Y con sus flaquezas. Pero estoy seguro de que tampoco está tan mal.

      Gracias, de verdad :*

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