domingo, 23 de marzo de 2014

La carpeta de fotos guarras del Whatsapp

Por Flanny, el maricón



En Espectáculo de Varietés se han propuesto que yo cuente aquí mi vida privada al completo y que, probablemente, no consiga un trabajo en lo que me queda de vida. Pero bueno, no me puedo resistir a compartir con vosotros las alegres aventuras de la carpeta de fotos guarras que todo gay de bien (en contraposición con mariquita mala) tiene en su móvil.   

En concreto, la de mi móvil se llama "carrete", porque tengo un iPhone y soy así de torpe como para no saber mover las fotos de una carpeta a otra. Esto, sin duda, da lugar a divertidas historias en comidas familiares, porque mi querido padre tiene la manía de pasar fotos alegremente y después de una iluminación de las calles aparece el regalito de "pollónPas34" y mi padre, sin mediar palabra, deja de mirar mis fotos y me pone cara de rictus. De rictus o de envidia, porque "pollónPas34" daría envidia al mismísimo Nacho Vidal. Pero no nos centremos en esto.  



Bien es conocido por todos que yo soy el instaurador de los miércoles de #fotopene por Line, DM o Kik, con lo que la carpeta de penes aumenta satisfactoriamente cada día, aunque a veces tiendo a confundir a los propietarios, tengo que reconocerlo. Tendré que ponerme algún día con la Wikipolla porque esto no puede ser.  


La foto polla es la foto guarra por excelencia. Es fácil de hacer, todos estamos orgullosos de nuestra cosita y, a quien más y a quien menos, en el mundo gay, nos parece atractiva. Es por eso que algunos mandan alegremente su aparato reproductor -aparato perforador, en gay- a la primera de cambio. 

Yo tengo imágenes de rabos de tíos de los que no conozco su cara. Que igual son hasta guapos y yo sin enterarme.   Pero de lo que me gustaría hablar son de las otras fotos guarras. Las fotos guarras de los gays son otro mundo. Si en el mundo heterosexual uno va a al espejo, se saca a chorra y le da al botón, en el mundo homosexual la cosa cambia. La iluminación, la ubicación, la postura,… El estudio de fotografía que se especialice en "fotos cerdas para gays" tiene un filón en el mercado que no lo sabe nadie. 

Porque hay algunos que yo no sé cómo se las apañan pero cuando te mandan una foto, por ejemplo, de su culo (el otro 50% que fijo que gusta en el mundo gay) han usado dos focos de 350 watios, un gran angular, un espejo para que refleje bien los brillos y, si me apuras, un ventilador para que los pelos del perineo estén en movimiento. No, en serio, ¿cómo lo hacen? Además, que esa foto no puede ser un selfie. Esa foto tiene que haberla hecho, por lo menos, Annie Leibovitz. Las pasan por 14 filtros, les ponen un difuminado en los bordes. De premio Pullitzer, vaya. Cullitzer. [Esta parte del texto está escrita a 4 manos con @Thorrecillas. Heterosexualmente]  


Si a esto, además, le sumamos los archiconocidos Grindr y Growlr, aplicaciones para móvil que vienen a ser un "telezorreo", con indicaciones de distancia del polvo de la noche, el envío y recepción de fotos guarras llega al punto de que estoy por meterle un poco más de memoria a mi móvil, porque no me da con lo que tengo.     

Y es que en el mundo de as selfies guarrilas, los maricones os llevamos años luz de distancia, chicos. ¿Quién no tiene un book de esos días en los que te follabas a ti mismo para poder enseñar a los posibles ligues?   

¿Ah, sólo yo? Vale, pues igual es que soy un enfermo. 

3 comentarios:

  1. Estás como una puta chorra... quiero decir, chota. No sé en que pollas estaría yo pensando.

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  2. Jajajajajaja!!!
    Que grande eres!!!

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