jueves, 24 de abril de 2014

Vaginas

Por Isabel, lesbomoñas


En esta ocasión en el espectáculo de varietés hablamos de vaginas. Porque, que gustan los tetámenes y culámenes es una evidencia, pero se convierte en obiedad con esos oscuros orificios de placer que tanto nos gusta abrir para ensanchar, meter y sacar.

Quería yo remarcarles la idea del dentro-fuera (como si estuviéramos en Barrio Sésamo), porque el mundo del arte ha plasmado múltiples y variados desnudos de todo aquello que acapara la mirada, es decir: el pecho y el sexo.


Pero claro, detrás de la vulva (con sus labios mayores y menores), la vagina es esa gran desconocida. Y aunque esta exposición: http://www.taringa.net/posts/arte/17327796/400-vaginas-de-400-mujeres-en-10-paneles.html, por el titular parece una cosa, ya les digo yo que lleva a engaño, porque nos muestra cuatrocientos chochetes, nada más, ni nada menos.


Sí, leen bien, el artífice de turno ha hecho moldes de nuestro exterior, y a lo mejor esto ahora es una cosa muy moderna, pero no me imagino yo a un renacentista pidiéndole a la modelo que le muestre hasta lo más profundo de su alma, literalmente.

A donde quiero ir a parar es que, cuando, por lo general, se tiene nula experiencia en menesteres sexuales, y en particular en el mundo bolleril, lo que se estilaba decir era un: conócete a ti misma, mírate con un espejito, tócate y todo aquello que te guste lo aplicas a la novia/amante/folla-amiga que te eches.

Y bastante que hacía ya la amiga de turno si daba tal consejo, pero claro, con eso parecía que todas las lesbianas del mundo fueran exclusivamente clitorianas y no les gustara practicar la penetración. ¡Ja! Pongámonos en el momento del acto sexual y que sólo te vas a valer de las manos (os dejo sin pene y sin dildos). 

Puede que en este punto, ellos, por lo que una escucha en algunos corrillos, sean unos “manazas”, pero ellas tampoco se libran, sobre todo si llevan uñas. Porque hay armas de destrucción masiva que no están catalogadas y algunas féminas llevan unos garfios gatunos que no son medio normales. 


Que a lo mejor a cierto sector le gustan los riesgos, pero igual que te aconsejan cortártelas para cuando vas a tocar la guitarra, y dicho instrumento dicen que es como acariciar a una mujer, haz caso y aplica lo mismo para cuando vayas a maniobrar.

Ahora dudo mucho que la humanidad esté tan pez, pero por si algún@ (que esto también se lo pueden aplicar ellos), me preguntara hoy qué hacer, aconsejaría cuidar el interior, que la vagina es una chica fina y delicada que le gustan tanto los mimos como los arrebatos pasionales.

Y por último, con este tan suculento postre de ejemplo les voy a dejar.

¿Ustedes que harían con el pastel?, comérselo, ¿no?


Pues para el exterior, y terminando de hilar con el dulce, si no se han empalagado ya, diría algo tal que: nuestros genitales son como un huevo kínder, de envoltura por fuera y regalito por dentro. Y como el de chocolate, el de verdad también se puede lamer y relamer.

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