lunes, 28 de abril de 2014

Vaginas

Por Perradesatan, hetera y entera


Me gustaría hacerme la rebelde y poder decir "de vaginas nada, yo solo quiero penes", pero en el fondo es mentira. Porque yo tengo una vagina y la quiero mucho. Somos grandes amigas. Ella me quiere, yo la quiero. Tenemos una relación muy bien correspondida.

La vagina es más fea que el pene, pero más interesante. Porque tiene más secretos. El pene es "arriba y abajo" y poco más, pero la vagina es como un parque de atracciones todo construido dentro de tus piernas. Arriba, abajo, a un lado, al otro, padentro, pafuera, dar vueltas. Todo. Y todo muy bien.



El problema que tienen las vaginas es... un poco como el de los iPhones. Todos podremos tener uno, pero no todos sabemos 1) utilizarlos 2) sacarle el mejor partido.

Que sí, que todos sabemos cómo funciona una vagina, y, ¿cómo no vamos a saber usar un iPhone? mejor que una vagina, si cabe. Y... no quiero señalar a nadie. Pero a mí me da que hay bastantes tíos, y por qué no decirlo, Carmen, tías, que no saben usar en condiciones lo que tienen entre sus piernas.

Para empezar, una cosa que me llama a mí muchísimo la atención son todas esas mujeres que por ¿asco? mojigatería, vergüenza, falta de conocimiento, o vaya usted a saber, no se masturban. Y os juro que estas mujeres existen. Yo me he cruzado con ellas y he conversado con ellas en varias ocasiones a lo largo de mi vida. Pues bien, esas mujeres, así, ya de primeras, no saben utilizar su vagina. Sabrán mear, sabrán ponerse un tampón, pero no saben usar su vagina.


La vagina está ahí para muchas cosas, y aunque la mayoría de ellas sea para expulsar cosas de nuestros cuerpos (pis, sangre, bebés), hay una muy interesante que consiste en meter. Meterse cosas por la vagina (penes, manos, dildos). ¡Pero ojo! que en una vagina no todo es meter. También hay que acariciar, y, por qué no, frotar. 

Y que esto sirva también para todos aquellos hombres que, con la edad que tienen, todavía no saben, tampoco, cómo se usa una vagina. Aunque sigo pensando que lo de la mujer que no sabe usar su propia vagina es todavía peor, porque oye, a usar una vagina se aprende usándola, y los hombres no siempre tienen una vagina con la que practicar, pero nosotras... ¡todas! De todas formas, amigas, nunca está de más enseñarle a un chico cómo queréis que os la toque. Que al fin y al cabo, cada vagina es un mundo.


A las mujeres que no saben usar su vagina yo les digo ¡pavas, que sois unas pavas! ¡Y peor para vosotras! Y a los hombres que no saben usar una vagina les digo: la vida real tiene poco que ver con el porno y una vagina no es tu polla. 

Pero, ¿y cómo se le saca el mejor partido a una vagina? Ahí cada una puede aportar su propia respuesta, pero una vagina, simbólicamente, ya no solo como parte del aparato reproductor, puede usarse para muchas cosas, algunas buenas, otras malas y muchas, geniales. Y si no es os ocurre nada, echadle un vistazo a Instinto Básico, que ahí Sharon Stone os da un buen ejemplo.  

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